Historia y Origen
La Ename Dubbel se remonta a los orígenes de la Abadía de Ename, una abadía fundada en 1063 en la pintoresca región de Flandes Oriental, Bélgica. Esta abadía, como muchas otras en la época medieval, se convirtió en un centro de producción cervecera. En aquellos tiempos, el agua potable no siempre era segura, por lo que la cerveza, con su contenido de alcohol y proceso de fermentación, era la opción preferida y más saludable para la comunidad monástica y los habitantes cercanos. La Ename Dubbel era una receta apreciada, desarrollada inicialmente por los monjes benedictinos, quienes buscaban crear una bebida robusta que pudiera acompañar la vida monástica y brindar una experiencia única en cada sorbo.
A finales del siglo XVIII, la Revolución Francesa trajo cambios drásticos en Europa, y la Abadía de Ename sufrió la misma suerte que muchas otras: fue destruida y la producción de cerveza se detuvo. Sin embargo, la cervecera belga Roman, una de las más antiguas del país y con una tradición familiar que se remonta a 1545, rescató esta receta benedictina. Hoy en día, Cervecería Roman ha devuelto la vida a esta histórica cerveza, cuidando cada detalle de la receta y preservando el legado medieval en cada botella de Ename Dubbel que elabora, para que los amantes de la cerveza de todo el mundo puedan experimentar un auténtico viaje a la tradición belga.
Estilo
La Ename Dubbel es una Dubbel belga, un estilo clásico que nació en los monasterios trapenses de Bélgica y que se caracteriza por su color oscuro, sabores complejos y una riqueza maltosa. Las cervezas de este estilo suelen tener una graduación alcohólica moderada y destacan por su mezcla de dulzura maltosa, toques frutales y un leve amargor que aporta profundidad al perfil de sabor. La Dubbel se posiciona como una elección idónea para aquellos que buscan una cerveza con cuerpo y carácter, ideal para los climas fríos y para acompañar conversaciones pausadas y reconfortantes.
Color
El color de la Ename Dubbel es un cobre profundo con toques de ámbar oscuro. Este color es resultado de una combinación precisa de maltas tostadas que aportan no solo el tono característico sino también una riqueza en sabor y aroma. A la vista, es una cerveza que invita a ser admirada, con un tono cálido y una espuma persistente y cremosa de color marfil que corona la copa de forma elegante. La profundidad de su color refleja la tradición y el cuidado en el proceso de elaboración de esta cerveza.
Notas de Cata
La Ename Dubbel deleita los sentidos con una complejidad aromática y un sabor envolvente. En nariz, se perciben notas de caramelo, seguidas de aromas a frutas oscuras como ciruelas y pasas, y un toque sutil de especias que añade una capa intrigante. Al tomar un sorbo, la primera impresión es de una suave dulzura proporcionada por las maltas, equilibrada con un ligero amargor que se mantiene en el paladar sin ser abrumador. La textura es aterciopelada, y en boca, se despliegan sabores que recuerdan al toffee y al pan tostado, con un final seco que invita a dar otro sorbo. Es una cerveza para disfrutar lentamente, permitiendo que cada nota se revele a medida que se va calentando ligeramente en la copa.
Tipo de vaso recomendado
Para disfrutar de la Ename Dubbel al máximo, el vaso recomendado es un cáliz o copa de boca ancha. Este tipo de vaso permite que los complejos aromas se desplieguen y que se pueda disfrutar plenamente del color y la espuma de la cerveza. Además, el cáliz facilita que el líquido entre en contacto con la lengua de forma amplia, lo que potencia la percepción de sus matices y texturas. Beberla en este vaso amplifica la experiencia y permite disfrutarla como los monjes lo harían en sus ceremonias y celebraciones.
Temperatura Ideal
La temperatura recomendada para servir la Ename Dubbel es entre 10 y 12°C. Este rango de temperatura es crucial para que se revelen los sabores y aromas en su totalidad, sin que el frío excesivo adormezca los matices. Al tomarla a esta temperatura, se puede percibir su carácter frutal y la riqueza de las maltas, permitiendo que se disfruten sus complejas capas de sabor. En cambio, si se sirve demasiado fría, los sabores pueden perder intensidad y la experiencia se vería opacada.
Maridaje
La Ename Dubbel es una cerveza versátil y se puede maridar con una amplia gama de alimentos, aunque ciertos platos resaltan de manera especial sus características. Por ejemplo, los estofados con carnes de res o cerdo encuentran en la Dubbel un compañero ideal, pues sus notas dulces complementan los sabores intensos de estos platos. También es perfecta para acompañar quesos maduros como el gouda añejo o el cheddar, que crean un contraste delicioso entre la untuosidad del queso y el ligero amargor de la cerveza. Los postres de chocolate se benefician igualmente de este maridaje, ya que el dulzor y el amargor del chocolate oscuro se ven equilibrados por las notas caramelizadas de la Dubbel. Si deseas una experiencia gastronómica completa, acompaña esta cerveza con un plato de carne de caza o con un guiso de legumbres y embutidos, que realzarán su perfil y proporcionarán un equilibrio delicioso en el paladar.
Curiosidad
La Ename Dubbel, además de su profundo arraigo histórico, guarda una curiosidad en su elaboración: su proceso de fermentación incluye una segunda fermentación en botella. Esta técnica, heredada de los métodos tradicionales belgas, permite que la cerveza evolucione y desarrolle complejidad de sabores incluso después del embotellado. Este tipo de fermentación proporciona una carbonatación natural, que da como resultado una textura suave y burbujeante. Además, este proceso permite que la cerveza envejezca bien, y que con el tiempo, sus sabores se redondeen y se vuelvan aún más complejos.
Otra curiosidad es que la abadía de Ename no solo es famosa por su cerveza, sino también por su sitio arqueológico. Los restos de la antigua abadía han sido excavados y se han convertido en un parque histórico que puede visitarse. Aquí, los amantes de la cerveza y la historia pueden experimentar de primera mano el lugar donde se originó esta emblemática bebida, ofreciendo una conexión directa con la historia y el patrimonio belga.
Oudenaarde, Flandes
Oudenaarde, una ciudad pintoresca en la región de Flandes Oriental, es un destino cautivador que combina una rica historia, una vibrante cultura y un espíritu tradicional. Situada a orillas del río Escalda, Oudenaarde ofrece un paisaje urbano adornado con calles empedradas, arquitectura gótica y lugares emblemáticos que transportan a sus visitantes a tiempos medievales. Conocida por su importante papel en la producción de tapices y su vinculación con la famosa carrera ciclista “Ronde van Vlaanderen,” Oudenaarde es una parada obligatoria para los amantes de la historia, la cultura y el ciclismo.
Aquí podrás visitar los siguientes lugares:
Cervecería Brouwerij Roman
Un verdadero tesoro en Oudenaarde es la cervecería Brouwerij Roman, que ostenta el título de ser la cervecería familiar en funcionamiento más antigua de Bélgica. Fundada en 1545, Brouwerij Roman ha pasado de generación en generación, manteniendo viva la tradición cervecera con un profundo respeto por el proceso artesanal. Este lugar no solo es ideal para los amantes de la cerveza, sino también para aquellos interesados en descubrir el auténtico sabor de Flandes a través de una experiencia inmersiva.
Brouwerij Roman ofrece visitas guiadas donde los turistas pueden conocer la historia de la cervecería, aprender sobre el proceso de elaboración de sus cervezas únicas y, por supuesto, degustar algunas de sus cervezas más populares, como la Adriaen Brouwer y la Sloeber. La experiencia permite adentrarse en el mundo de la producción cervecera flamenca, que ha sido refinada a lo largo de los siglos, y conocer el compromiso de esta familia con la calidad y autenticidad de sus productos. Esta visita es una parada perfecta para disfrutar de una cerveza artesanal en su lugar de origen y aprender sobre uno de los pilares de la identidad belga.
Grote Markt
El Grote Markt, o plaza principal, es el vibrante centro de Oudenaarde, rodeado de una impresionante arquitectura que refleja el esplendor medieval de la ciudad. En la plaza destaca el Ayuntamiento de Oudenaarde, una obra maestra del estilo gótico tardío del siglo XVI, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su fachada imponente, con una torre reloj y ventanas ornamentadas, es uno de los emblemas arquitectónicos de la región.
Frente al ayuntamiento, se alza la Iglesia de San Walburga, un templo gótico con majestuosas torres y vitrales que iluminan su espacioso interior. Esta iglesia, que data del siglo XIII, es conocida no solo por su belleza arquitectónica, sino también por ser un símbolo espiritual de Oudenaarde. Para quienes desean disfrutar de un paseo histórico, el Grote Markt es el punto de partida ideal, ya que combina la energía de una plaza moderna con la grandeza de la herencia medieval de la ciudad.
Museo de la Ciudad de Oudenaarde (MOU)
Oudenaarde es reconocida por su legado en la producción de tapices, que datan del siglo XV, cuando la ciudad era uno de los centros más importantes de Flandes para la fabricación de tapices. Para conocer más sobre esta tradición, el Museo de la Ciudad de Oudenaarde (MOU) ofrece una fascinante colección de tapices y otros artefactos que muestran la destreza artesanal y artística de la época.
La técnica y el diseño de los tapices de Oudenaarde se hicieron tan populares que, durante siglos, adornaron los palacios y castillos de la nobleza europea. Los visitantes del museo pueden admirar algunos de estos exquisitos tapices, que presentan intrincados diseños de escenas mitológicas, batallas y paisajes detallados. El museo es una ventana única hacia la historia textil de la ciudad, y una parada cultural fundamental para quienes desean descubrir el valor del arte en la región.